Cuando el equipo de rescate llega a la escena del accidente, no se enfrenta a una escena estática en la que tenga que rescatar a las víctimas de entre un montón de hierros.
Pueden existir, además, otros peligros latentes que potencialmente pueden ser muy dañinos para el personal que acude a ayudar.
Los peligros que se pueden encontrar en la escena de un accidente de tráfico son:
- Fugas. Debido al choque que se produce en un accidente, la estructura del vehículo puede quedar tan dañada que los líquidos que contiene pueden salir de su recipiente, significando un gran peligro añadido. Pueden producirse fugas de líquidos inflamables como la gasolina o el gasóleo por lo que los equipos de rescate deben asegurar los recursos materiales necesarios para neutralizar una posible fuente de ignición, utilizando espuma selladora de gases inflamables, sepiolita, arena, o cualquier producto similar.
También puede haber fugas de líquidos resbalantes, como el aceite del motor. Debe neutralizarse este peligro con sepiolita o arena.
- Puntos calientes o llamas. Cualquier llama o punto caliente debe neutralizarse antes que cualquier otro peligro debido a su elevado peligro potencial. Puede refriarse la zona caliente o usar algun método de extinción.
- Airbags. La presencia de airbags en un vehículo es una buena noticia porque seguramente habrá minimizado los daños en las víctimas en el caso de una colisión, pero en el caso que un airbag no se haya activado después de un choque, representa un peligro potencial porque puede explotar de forma descontrolada cuando menos te lo esperas. Para neutralizar este peligro debe desconectarse la batería del vehículo y usar un protector para airbags, que se coloca en el volante.
- Coches inestables. Tras una colisión, el daño que se produce en la estructura del vehículo puede comprometer el equilibrio que se le supone en condiciones normales. Esta inestabilidad puede provocar movimientos no deseados que provoquen un dolor extra en las heridas de las víctimas. Se pueden minimizar los movimientos o anularlos con pequeñas cuñas, puntales, cojines de aire, tascones de madera, etc.
- Baterías: Las baterías de los vehículos los dotan de la electricidad necesaria para hacer funcionar las luces, abrir y cerrar puertas, arrancar el motor, etc. Esta aportación de energía durante un rescate puede no ser necesaria e incluso peligrosa ya que puede representar un punto de ignición si hay líquidos inflamables fugados. Se debe desconectar la batería cuando sea posible.
- Otras víctimas: El comandante de la operación, debe asegurarse que tiene conocimiento del número total de víctimas que hay en la escena de manera que no haya sorpresas posteriores. este hecho no es un peligro en sí, pero no tener la visión global de la magnitud del siniestro puede entorpecer la eficacia del rescate.
- Materias peligrosas. Una inspección ocular debe bastar para asegurarnos que no existen materiales peligrosos en ninguno de los vehículos implicados en el accidente de tráfico, especialmente si hay camiones implicados. Nos podemos encontrar materiales explosivos (bombonas de camping gas, butano, envases a presión, etc), y otros productos corrosivos o tóxicos.
- Enfermedades contagiosas: Cuando acudes a un rescate, el personal de intervención y personal sanitario actúa ayudando a las víctimas de una forma directa, entrando en contacto con ellas. Es posible que las víctimas sufran alguna enfermedad contagiosa (Hepatitis, VIH, etc) que, a causa de las hemorragias pueda transmitirse a alguno de los rescatadores. Es por ello que se deben usar guantes de látex o vinilo, mascarillas bucales, o cualquier otra barrera de protección ante este peligro.
Sólo cuando todos estos peligros estén controlados, puede empezarse a plantear el rescate de las víctimas.
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