EL CHOQUE FRONTAL





Estado de un vehículo después de un choque frontal.

Cuando se produce un accidente en el cual dos vehículos impactan de manera total o prácticamente frontal, no hay disipación de fuerzas, por lo que la brutalidad del choque es absorbido por la estructura del vehículo. Si esta estructura está bien diseñada, su deformación debería minimizar los daños a los ocupantes que viajan en su interior, pero desgraciadamente esto no es así en muchas ocasiones.

En el caso de un choque frontal, los equipos de rescate se encuentran con uno de los ejercicios más complicados de trabajo en equipo ya que las maniobras que tendrán que desarrollar serán de un grado de complejidad superior.

En un caso de accidente tras un choque frontal, con toda seguridad se darán las siguientes circumstancias:

- Más de un vehículo implicado en el accidente, con más de una víctima.

- La gravedad de las lesiones de las víctimas será importante.

- El grado de atrapamiento de las víctimas será importante.

Por lo tanto, es posible que los equipos de emergencia trabajen más que nunca a contrareloj y con inferioridad por lo que al material y personal se refiere.

Ante un aviso de choque frontal, el mando de la sala de control responsable de enviar al lugar del siniestro los recursos necesarios, debe tener en cuenta este factor.

Las maniobras que seguramente tendrán que practicar los equipos de rescate serán:

- Ampliación de habitáculo.

- Liberación de las piernas / pies de la víctima.

- Desmonte total de techo.

- Desmonte parcial de techo (anterior, posterior o lateral).

Por lo tanto, el material de rescate destinado para realizar estas maniobras tendrá que estar disponible cuanto antes.

Un choque frontal se produce, sobretodo, cuando un vehículo invade el carril contrario, ya sea por distracción, sueño, enfermedad, actos suicidas o temerarios.
Muchos de estos choques se impedirían si existiera una separación o barrera física entre ambos sentidos de circulación.