Los profesionales que actúan en un accidente de tráfico en carretera llevan a cabo una serie de maniobras básicas encaminadas a conseguir crear el espacio suficiente para la liberación, con todas las garantías, de las personas que hubieran podido resultar atrapadas en el vehículo tras el suceso.
En general, y a modo de resumen, podemos diferenciar tres tipos de maniobras básicas, aunque muchas veces es necesario combinar y adaptar dichas maniobras a la complejidad de cada situación.
MANIOBRAS BÁSICAS:
A) Maniobras de abordaje.
B) Maniobras de excarcelación.
C) Maniobras complementarias.
a) Maniobras de abordaje:
El objetivo principal de este tipo de maniobras es habilitar un acceso a la víctima y crear el espacio necesario para poder desarrollar las maniobras que se realizarán posteriormente.
Las maniobras de abordaje más habituales pueden ser, por ejemplo, la gestión (rotura/retiro) de los cristales, apertura de las puertas y portones del vehículo, y los desmontes laterales y de techo.
b) Maniobras de excarcelación:
El objetivo principal de este tipo de maniobras es liberar a las víctimas de su atrapamiento. Las más habituales son los desplazamientos de volante, columna de dirección, montantes, techo, y cualquier otra parte del vehículo susceptible de crear espacio con su deformación o desplazamiento.
c) Maniobras complementarias:
El objetivo de este tipo de maniobras es asegurar que la actuación del personal se lleva a cabo con total seguridad, celeridad, y garantías de éxito. Un ejemplo de ello es la disposición previa de todo el material qué se puede utilizar, creación de zonas limpias, de herramientas y de residuos, llevar a cabo una protección integral para los actuantes y las víctimas, feedback constante con los otros servicios de emergencias, etc.